De la fatiga al hartazgo
Dos rápidas pinceladas sobre la manifestación del Partido Popular del pasado sábado:
1-. Aislamiento social: el PP no ha sido capaz de sumar un solo aliado en sus movilizaciones a lo largo de la legislatura.
2-. Exceso: tanto en el intento de apropiarse de los símbolos del Estado, como en los cánticos de los asistentes ("Zapatero, vete al hoyo con tu abuelo"...).
El exceso y el aislamiento han estado presentes en todas las movilizaciones impulsadas por el Partido Popular durante los últimos tres años. Son cuestiones de carácter táctico que, en su acumulación, inciden sobre la estrategia global del Partido Popular.
Si dispusiésemos de una gráfica en la que se refleje la asistencia a las diferentes manifestaciones a lo largo de este tiempo, podríamos comprobar que la curva es descendente: no hay síntomas de agotamiento en la maquinaria política, económica y mediática de la derecha espeñala, pero va aumentándose la fatiga en sus militantes, y se evidencia el hartazgo en la ciudadanía.
Der forma paralela, suben los indicadores de alerta en el centro y la izquierda del mapa elecotral de nuestro país. Así lo demostró la manifestación del 13E: los partidos no pisaron el acelerador pero el número de asistentes es comparable al de la manifestación de anteayer (nutrida por más de 300 autobuses pagados desde la calle Génova).
Un solo dato más: en términos estadísticos, el apoyo de la sociedad de nuestro país a la política antiterrorista del Gobierno se sitúa en el nivel que recabó el "si" a los matrimonios entre personas del mismo sexo (en ambos casos, las cifras más bajas, se sitúan entre el 60 y el 70%). En aquel momento, la manifestación contra los derechos de las personas homosexuales que impulsó el PP fue capaz de sumar el doble de manifestantes que la de hace dos días.
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