10 enero 2010

lo bello y lo triste, Kawabata

"Las cicatrices que había dejado podrían llegar a desaparecer. Pero su amor por Oki permanecía intacto.

El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos tramos y lenta, hasta inmovil en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difere para cada persona [...] todo ser humano flota de manera distinta en el tiempo [...]

Otoko se preguntaba si el hecho de que Oki siguiera dentro de ella significaba que esa corriente del tiempo se había estancado [...] ¿O acaso la imagen que ella conservaba de él había flotado con ella a través del tiempo como una flor río abajo?".

Algunas novelas perduran por el modo en que sus personajes toman forma y movimiento. Sin embargo, en "Lo bello y lo triste" el protagonismo se concentra en un recuerdo sobre el que apenas se dice nada. Todo gravita en torno a una historia que no se nos cuenta.

Si las 200 páginas de esta obra nos parecen colmadas de sabiduría, no es sólo por la delicadeza con la que están escritas o por el modo en que la tensión se acumula silenciosamente; es, en mi opinión, por su capacidad de enlazar memoria e intimidad, por su lealtad a la vida.


Nina Kinert, "Beast". Maravillosas notas para piano.

1 Comments:

Blogger Elena said...

Memoria e intimidad. Inseparables. me encantó este libro.

12:05 a. m.  

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