03 septiembre 2014

La fiesta de la insignificancia, Kundera

Ayer se publicó en España la última novela de Kundera. Se ha hecho esperar 14 años. Y yo pensaba que ocurriría algo parecido a lo que pasa en los días de conciertos masivos, cuando la gente pasa la noche a las puertas del estadio y se comparten bocadillos entre las esteras y las sillas de tijera. Creí que pasaría eso pero en todo el país, a las puertas de todas las librerías.

Tiene una explicación. No me siento el único transformado por sus novelas. Me siento uno más. Debemos ser muchas y muchos los que en diferentes momentos de nuestras vidas hemos notado como de alguna forma suave muchos de sus párrafos atravesaban la corteza cerebral y acariciaban lo de adentro dejando una huella. 

Apenas un gesto para dar forma a eso que de manera cursi -y un poco new age- se llama ahora cosmovisión. Cosmovisiones. Formas de ver y comprender la vida, mejor dicho, de tratar de entenderla. 

En ese esfuerzo inconstante y sordo, no se van acumulando verdades sino indicios. Señales disimuladas con las que puedes toparte sin previo aviso, cuando Camus o cuando te cuenta el abuelo aquello mientras riega los tomates y ya no se borra. Y desde luego el humor.

El humor que desconecta los elementos de lo previsto. Lo más eficaz que conocerá el hombre para borrar pizarras y coger la tiza de nuevo sintiéndose un poco más libre y bastante más ligero.

"La fiesta de la insignificancia" tiene para mí un poco de todo eso. Un aire como de fin de verano en el que se celebra la convivencia. La convivencia con uno mismo porque no es fácil esto de andar acompañado a todas horas con las mismas neurosis y los mismos recuerdos. Y convivencia también con algunos pocos, con los amigos, que son de las pocas cosas que uno puede elegir de verdad.

Cuando quieras saber si alguien puede contarse entre los tuyos, es fácil. Basta con preguntarse  si hubo alguna vez uan broma que todavía se recuerda y a la que todavía se vuelve de vez en cuando, nada más que por el afán de la risa, sólo porque está muy bien lo de poder celebrarse juntos.

Aquí el libro, justo aquí.


1 Comments:

Anonymous Mutti said...

Un paseo sin rumbo por la red me he hecho llegar al blog.
Yo no soy de mucho comentar pero...¡ME GUSTA!(de hecho, me gusta mucho)
Enhorabuena por las fotos, y por tu gusto literario y musical.
Un saludo
Mutti

8:19 a. m.  

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