22 julio 2005

El cielo sobre Berlín

La crispación de estos días hace que algunas noticias muy relevantes pasen desapercibidas, ayer se convocaron las elecciones legislativas en Alemania, se celebrarán el próximo 18 de septiembre. Los sondeos dicen que la CDU -el partido conservador democristiano- cuenta a día de hoy con un 44% de la intención de voto, el SPD -socialista- sólo alcanza un 27% y los verdes un 8% -estos dos últimos conforman actualmente la coalición de gobierno-.

Schröeder ha decidido adelantar los comicios porque las políticas de reajuste económico impulsadas por su Gobierno han generado un fuerte rechazo ciudadano -ya estuvo a punto de perder las anteriores elecciones generales, y de entonces a ahora no ha hecho sino sumar derrotas-. El SPD se esfuerza por lanzar el mensaje de que habrá un giro a la izquierda.

Angela Merkel -CDU- es la primera mujer alemana que puede llegar a la Cancillería, no es una recién llegada, ya fue Ministra -la más jóven de la historia- en la etapa de Kohl, su imagen pública es peor que la de su rival - de hecho tan sólo el 20% de los alemanas piensan que es "simpática"-, su victoria signficaría: ajuste económico, abandono del eje París-Berlín en beneficio del eje atlántico y mano dura con la inmigración.

El adelanto electoral pudiera parecer a primera vista una apuesta fuerte de Schröeder , no lo es tanto, en realidad mantener el status quo habría significado directamente una debacle del SPD a medio plazo. Ahora ha retomado la inciativa, pero este tipo de acciones que en la práctica suponen la anulación de la campaña electoral -las vacaciones de agosto están a la vuelta de la esquina-, son más propias de la vieja política europea que de alguien que cuenta con un proyecto moderninzador para su país. Sea o no sea cierto, da la sensación de que Schöeder está más preocupado por su destino que por el de Alemanía. En todo caso, conviene no enterrarle antes de tiempo, estamos hablando de un superviviente.