20 julio 2005

La pista italiana

Según puede leerse en La Stampa, la ciudad italiana de Riccione se ha gastado 750.000 euros en la reconstrucción de la antigua casa que Mussolini tuvo allí. Finalaizadas las obras se celebró una inauguración a la que fueron invitados varios descendientes del dictador. La alcaldesa de la ciudad, progresista, considera que esa casa -transformada en una especie de museo- puede atraer al turismo.

Son este tipo de cosas las que deberían servirnos para comprender como es posible que Italia sea capaz de producir tantos intelectuales, artistas y movimientos sociales de vanguardia; mientras elige sistemáticamente a Berluscconi. Sin memoria y sin proyecto de futuro.