23 julio 2005

Madrid 2016 y el "síndrome de Estocolmo"

Pareció lógico que todas las fuerzas políticas asumiesen el consenso de actuar conjuntamente cuando Madrid fue designada candidata a los juegos olímpicos del 2012. Con ese acuerdo se ganaban más puntos de cara a la elección final. Pero Madrid no fue elegida, las olimpiadas de ese año se celebrarán en Londres, y no volverán a Europa, al menos, hasta el año 2020. Sin embargo Gallardón, el alcalde de Madrid, ha decidido que la capital de España presenterá su candidatura a los juegos del 2016.

Sorprende, en el mejor de los casos, el síndrome de Estocolmo de la izquierda madrileña, que ni siquiera ha llegado a manifestar sus dudas. Todo el mundo sabe que presentar a una ciudad a los Juegos Olímpicos vale dinero -mucho dinero-, pero nadie ha llegado a plantear la posibilidad de abrir el debate. Una decisión tan importante como esa se ha quedado fuera de la deliberación pública.

Puesto que todo parece indicar que de cara al 2016 no contamos con opciones, sería de agradecer que se le preguntase a la gente, que se llevase a cabo una consulta pública -una especie de referéndum- en la que se planteasen dos opciones: dedicar el dinero necesario a la candidatrua olímpica del 2016, o destinarlo a gasto público, por ejemplo a reforzar la atención a la tercera edad.

Si la ciudadanía votase a favor de la opción olímpica la candidatura se vería reforzada, si las urnas dijesen lo contrario Madrid mantendría todas sus opciones abiertas para el 2020. Fuese cual fuese el resultado ganaríamos todos: nuestra democracia se vería reforzada y se gastaría una gran cantidad de dinero en lo que prefieran las madrileñas y los madrileños