09 octubre 2005

Bajo presión

Marruecos cedió ayer a la presión internacional para poner fin a las deportaciones masivas de inmigrantes al desierto del Sáhara y solucionar la situación de los que llegaron a Ain Chuater, en el sureste del país, donde 500 subsaharianos han permanecido durante días sin comida ni agua y sufriendo redadas. Siete autobuses y dos camiones se llevaron a unos 300 subsaharianos hacia Oujda, al noreste, desde donde los senegaleses y los procedentes de Malí volarán a sus respectivos países.

[ver +]