16 noviembre 2005

¿No es tortura?

En España estamos viviendo en debate sobre las probables torturas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad norteamericanas de una manera muy lateral. Sin embargo allí, como es lógico, el asunto ha pasado a ser prioritario. Sorprende la reacción de gran parte de la ciudadanía -que apoya que se recurra a estas técnicas-, y entristece ver los argumentos a los que llega a recurrir la derecha, incluso la que hace tiempo era más respetable. Copio y pego unos extractos sacados de un artículo del Wall Street Journal:
"John McCain (Republicano, Arizona) ha hecho pasar una enmienda por elSenado que prohibiría todas las técnicas estresantes de interrogación.El peligro para la seguridad americana es que este cambio enviaría el mensaje a todos los terroristas del mundo de que no tienen nada que temer si caen en manos de los Estados Unidos y no hablan [...]

El antiguo Secretario de Defensa, Jim Schlesinger lideró una de lasmás de doce investigaciones sobre el abuso de los encarcelados y explicó el año pasado que los abusos de Abu Ghraid eran simplemente comportamientos sádicos de reservistas mal formados del turno de noche. Las víctimas no eran ni siquiera blancos de la inteligencia norteamericana [...]

No estamos diciendo que no ha habido abusos – seguramente que ha habido centenares – contra los encarcelados en la Guerra contra el terror. Ha habido más de 70.000 encarcelados. El índice de abuso contra los prisioneros puede compararse favorablemente al sistema de encarcelamiento de civiles de los EstadosUnidos, y es un índice mejor que en conflictos anteriores como Vietname incluso la Segunda Guerra Mundial. [...]
Desgraciadamente, la administración Bush ha hecho un trabajo verdaderamente horrible para defender sus políticas [...]
En lo que se refiera a la "tortura", es simplemente perverso comparar las amputaciones y electrocuciones que Sadam ordenada en AbuGrhaib con los abusos menores que han cometido soldados americanos allí, y mucho menos las técnicas de interrogación autorizadas. [...]
Las posiciones "estresantes" que han sido permitidas (como poner una capucha, exponer al calor o al frío y el raramente autorizado "waterboarding") son técnicas psicológicas diseñadas para que el encarcelado hable."

Analicemos por ejemplo la técnica del "waterboarding": fue desarrollada en Francia, el primer documento que se refiere a ella data del siglo XVI, consiste en poner en la boca y la nariz una tela -por ejemplo una toalla- y verter agua en la boca para forzar que la tela penetre en la garganta. Se dificulta así la respiración y se crea el efecto psicológico de estar ahogándose.