La reina madre y el surf
Creo que fue Ramomet quien dijo que la muerte de Lady Di había sido la primera noticia de impacto global, que se había transformado en un espectáculo comparable a unas Olimpiadas o a un Mundial de Fútbol.
Aquel suceso no se quedó en crisis política, fue a más, llegó a ser una crisis mediática que desbordó la capacidad de reacción de la Casa Real Británica durante toda una semana, y llegó a poner en peligro la Corona.
En esos siete días se centra “The Queen”, la película que fui a ver anoche. El guión está bien (salvo un momento Bambi del que todavía no me he recuperado) y los actores también.
Según avanzaba el largometraje uno tenía la sensación de que estaba viendo una especie de manual sobre qué es lo que el poder nunca debe hacer en una crisis política de gran impacto mediático.
En España hemos vivido dos crisis de ese tipo (Guerra de Irak y Prestige) y las dos fueron gestionadas con la misma falta de sensibilidad e inteligencia política.
Durante los últimos dos años, la derecha extrema española ha tratado de hacer de cada cuestión política importante una crisis comparable a las que ellos no supieron gestionar.
No ha comprendido que este tipo de situaciones no pueden ser generadas en ningún laboratorio, son el resultado de una gran suma emocional ciudadana. Sólo entonces tiene sentido subirse a la ola, lo demás es como hacer surf en una piscina.
Aquel suceso no se quedó en crisis política, fue a más, llegó a ser una crisis mediática que desbordó la capacidad de reacción de la Casa Real Británica durante toda una semana, y llegó a poner en peligro la Corona.
En esos siete días se centra “The Queen”, la película que fui a ver anoche. El guión está bien (salvo un momento Bambi del que todavía no me he recuperado) y los actores también.
Según avanzaba el largometraje uno tenía la sensación de que estaba viendo una especie de manual sobre qué es lo que el poder nunca debe hacer en una crisis política de gran impacto mediático.
En España hemos vivido dos crisis de ese tipo (Guerra de Irak y Prestige) y las dos fueron gestionadas con la misma falta de sensibilidad e inteligencia política.
Durante los últimos dos años, la derecha extrema española ha tratado de hacer de cada cuestión política importante una crisis comparable a las que ellos no supieron gestionar.
No ha comprendido que este tipo de situaciones no pueden ser generadas en ningún laboratorio, son el resultado de una gran suma emocional ciudadana. Sólo entonces tiene sentido subirse a la ola, lo demás es como hacer surf en una piscina.
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