12 diciembre 2006

La ruleta

A veces del deporte brota una belleza extraña y, como en la vida, el juego desvela una verdad por estrenar. El pasado sábado el Real Madrid se enfrentó (y perdió) contra el Sevilla, fue un partido áspero, que con el tiempo sólo recordaré por un gesto.

Sergio Ramos volvia a jugar en su ciudad, contra el equipo en el que creció, ante una afición que, porque le quiere, no le ha perdonado su marcha. Por eso lo que fue amor era odio. Desde el primer momento, cada vez que tocaba la pelota, era silbado, pitado e insultado por miles de personas. Hasta que llegó el gesto...

Hace unos pocos años, Zinedine Zidane, sin duda el jugador más estético conocido, inventó un movimiento nuevo: la ruleta, un recurso que consiste en un giro de 360 grados sobre el balón que permite superar al adversario. Es un gesto reservado a los mejores, que además pertenece a la cultura y la historia del Real Madrid.

… Sergio Ramos llevaba treinta minutos recibiendo todo tipo de improperios, cortó una jugada de ataque del Sevilla, dejó que todo el Estadio aumentase sus gritos y entonces… entonces… hizo la ruleta. De golpe, todo fue silencio.

En aquel instante, con aquel giro en el aire, cristalizaba su amor propio, su ansia de superación personal, su necesidad de desterrar miedos. No se si lo estuvo ensayando durante toda la semana, no se si surgió espontáneamente; sólo se que, desde entonces, se conquisto un poco más a sí mismo y a los demás, empezando por sus adversarios.
(Este post fue escrito mientras escuchaba "This mess we´re in" de Radiohead & Pj Harvey)