06 febrero 2007

Guerra y contabilidad

Los costos médicos por los veteranos estadounidenses de las guerras en Irak y Afganistán podrían oscilar entre 350.000 y 662.000 millones de dólares en los próximos 40 años, dado que los soldados sobreviven a heridas que los habrían matado en conflictos pasados, según un estudio de la Universidad de Harvard.

Debido a mejoras en el equipo médico y atención en el campo de batalla, hay ahora alrededor de 16 soldados "no heridos mortalmente" por cada muerto, mucho más de los 2,6 soldados heridos por cada fallecido en Vietnam, aseguró el estudio tras citar información del Departamento de Asuntos de Veteranos.

Los costos potenciales incluyen atención médica, pagos por discapacidad y otros beneficios dados a veteranos heridos.

Además, supone que el 44 por ciento de los veteranos se declarará discapacitado. Ese fue el porcentaje de reclamos por discapacidad registrado luego de la primera Guerra del Golfo.

Los cálculos de Bilmes suponen que, para el 2016, 2 millones de soldados habrán participado en estas guerras.

Los gastos en atención médica se han elevado en Estados Unidos en años recientes y ahora corresponden al 15 por ciento de la producción económica estadounidense, de acuerdo con información de la Fundación de la Familia Henry J. Kaiser, un grupo sin fines de lucro que financia investigaciones sobre atención sanitaria.
A diferencia de otros conflictos, como la II Guerra Mundial, la de Corea o Vietnam, no se han subido los impuestos para hacer frente a los gastos. Al contrario, se han bajado, sobre todo a los más ricos. Tampoco ha habido recortes en los gastos que no sean de carácter bélico como en el pasado.

Como el presupuesto está en números rojos, el coste de las guerras está siendo cargado a la 'tarjeta de crédito' que supone el elevado déficit del país por lo que la terminarán pagando las futuras generaciones. Lo cierto es que ni en las filas demócratas ni las republicanas se ha abogado por apretarse el cinturón en uno u otro aspecto para financiar esta contienda.
Es parte del legado bélico de una guerra que en 2007 y si todas las previsiones de gastos federales son correctas, sobrepasará a la de Corea y la de Vietnam por lo que se refiere a costes (en dólares constantes) aunque su impacto en la economía será menor, puesto que ésta es mayor que entonces.