camera cafe

Yo no me fiaría de un Presidente del Gobierno que dejase de trabajar, saliese de Moncloa, cruzase la carretera de la Coruña y entrase en el primer bar para pedirse un café.

Yo me fío de José Luis Rodríguez Zapatero, de un ciudadano capaz de ser el primer líder político en la historia de nuestro país que responde en directo a las preguntas de 42 ciudadanos.

Me da confianza ver como Zapatero no necesita ni sentarse durante dos horas mientras responde, sin papeles, a las preocupaciones y demandas de nuestros conciudadanos. Está en forma.

Me da confianza ver como terminó el programa: saber cómo está avanzando la construcción de una planta desalinizadora en Melilla, refleja que España le cabe en la cabeza.

Zapatero debe leer ese tipo de cosas saliendo de su despacho, antes de meter ochenta céntimos en la máquina expendedora de su centro de trabajo. 80 céntimos es el precio que marca la máquina de "camera cafe", es lo que pagamos los españoles mientras estamos trabajando.