Derechos de autor -I-

Fernando Berlin se sumerge en las hemerotecas y encuentra un tesoro:

"Cuando se me ocurrió decir que el liberalismo conservador tenía dos problemas fundamentales: convertirse sólo en la ideología de los empresarios y no ir en sus ideas más allá de lo que el Papa les permita, me miraban con horror y piedad. Tuve que recordar el célebre anatema vaticano: El liberalismo es pecado. Y no para echárselo en cara a los curas sino para recordárselos a los liberales.

Pecado, sí, como el divorcio, el aborto, la homosexualidad, la masturbación y mirar con deseo a la mujer, siempre prójima. Pecado, como la libertad de conciencia lo fue siempre. Pecado contra la divinidad y sus administradores con sotana, negra o roja. Hay que volver al Syllabus para decir: sí, soy liberal porque es pecado. Y me gusta."

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