05 junio 2007

madrid, la palabra

Los primeros ocho días tras las elecciones municipales y autonómicas han tenido sus consecuencias en el Partido Socialista de Madrid: dimitió Miguel Sebastián, dimitió Simancas, habrá gestora y Congreso extraordinario. Los derrotistas ven en estos hechos las trompetas del apocalipsisis. Pero hay otra manera de afrontar el futuro.

Evidentemente, lo que está ocurriendo no es agradable pero puede acabar siendo verdaderamente positivo. A día de hoy todas las partes parecen más preocupadas por los puestos que por las propuestas, en cierto modo como siempre, en la lógica de la calculadora. Pero nunca como ahora se ha encontrado el Partido Socialista de Madrid ante un escenario tan propicio para el debate de ideas, para la lógica de la palabra.

Confío en que ganará quien sea capaz de ofrecer un mejor modelo de partido, quien proponga una organización más democrática, más abierta y más ambiciosa políticamente. Mi confianza no es fruto de la ingenuidad, simplemente creo que no existe motor de transformación más poderoso que el deseo de la mayoría, simplemente creo que no faltan ideas para que se pueda poner en marcha el cambio tranquilo, el impulso necesario.

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