18 octubre 2007

barack obama, la energia


Extractos del discurso de Obama Barack sobre energía y medio ambiente de la semana pasada:


"No nos hemos retrasado en materia de energía por falta de ingenio o de iniciativa por parte del pueblo americano. He visto demasiada innovación para creerlo. [...]

Pero Washington no ha actuado y ésa es la razón real por la que América no ha liderado el cambio en esta materia. [...]

El fracaso de Washington para ser líderes en materia de energía es el fracaso de un Presidente que ha pasado la mayoría del tiempo de su mandato negando la existencia del calentamiento global – un Presidente que confío más en la palabrería de un escritor de ciencia ficción que en expertos verdaderos-. Es el fracaso de una administración que desarrolló una política energética americana con un grupo secreto de expertos y que abrió la puerta a los defensores del petróleo y luego la cerró a cualquier otro punto de vista. Es un fracaso de liderazgo que nunca ha exigido nada más al pueblo americano que se vaya de compras.

Y es también el fracaso de las políticas existentes antes de la presidencia de George W. Bush. Hemos oído promesas sobre la independencia energética de todos los presidentes americanos desde Richard Nixon – que fueran republicanos o demócratas. Hemos oído propuestas para reducir el uso de los combustibles fósiles en casi todos los debates sobre el estado de la nación desde el crack petrolífero de 1973. En aquel entonces el calentamiento global sólo era una teoría de algunos científicos. Ahora es un hecho que amenaza nuestra existencia.

La verdad es que nuestro problema energético se ha convertido en una crisis energética; no importa lo bien intencionadas que sean las promesas, ni importa lo valientes que sean las propuestas – todas son víctimas de las mismas políticas de Washington, que son cada día más deshonestas, más tímidas y calculadoras, más presa de los poderosos intereses que se beneficiarán más del status quo. [...]

No podemos tener miedo a dar la cara a las industrias automóviles y petrolíferas si el futuro de nuestra economía está en juego. Cuando les decimos que no tienen que construir vehículos de bajo consumo o que no tienen que hacer la transición a carburantes renovables, puede que se disparen sus beneficios a corto plazo pero estamos matando sus oportunidades a largo plazo de sobrevivir y estamos amenazando a demasiados puestos de trabajo americanos. El mercado global ya se está alejando de los combustibles fósiles. La pregunta no es si la economía de energías renovables fructificará en el futuro, sino dónde. Y si queremos que sea en los Estados Unidos de América, no podemos esperar mucho más.[…]

Sabemos que el dinero que América se gasta en petróleo extranjero está financiando a ambos bandos de la Guerra contra el terror. [...]

No podemos tener miedo a dar la cara a las industrias automóviles y petrolíferas si el futuro de nuestra economía está en juego. Cuando les decimos que no tienen que construir vehículos de bajo consumo o que no tienen que hacer la transición a carburantes renovables, puede que se disparen sus beneficios a corto plazo pero estamos matando sus oportunidades a largo plazo de sobrevivir y estamos amenazando a demasiados puestos de trabajo americanos. El mercado global ya se está alejando de los combustibles fósiles. La pregunta no es si la economía de energías renovables fructificará en el futuro, sino dónde. Y si queremos que sea en los Estados Unidos de América, no podemos esperar mucho más."

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