20 diciembre 2007

dolly diez


La dimisión en pleno del comité electoral del partido de Rosa Diez en Barcelona ha sido un duro golpe para la derecha europea. Hoy somos muchos, concretamente un par de docenas, los ciudadanos que nos estamos preguntando qué ha podido provocar un cisma de estas dimensiones en un partido que todavía no ha cosechado ni un voto.

La respuesta no es fácil, si hay algo que siempre ha distinguido a Rosa de España es su probada capacidad de diálogo, su legendario desinterés por asumir cualquier tipo de protagonismo, y su mítica cintura política.

No es este tiempo para dejarse llevar por el cortoplacismo. Hay que pensar en largo. La solución puede estar en la tecnología. Dolly, si la oveja Dolly, es la estrella que marca el camino. Clonemos a Rosa, quizá así pueda llegar el más ansiado de los amanaceres de nuestro país. 51 listas electorales en la que desde el primer puesto hasta el último sólo pueda leerse su nombre.

La clonación hará la fuerza.

Escrito mientras escuchaba "Always you" de Sophie Zelmani

2 Comments:

Blogger César Calderón said...

glo-rio-so

1:34 p. m.  
Blogger Lisergia said...

Sacas poco tu vis cómica a trabajar, detrás de esa pátina de seriote. Y es una pena :-)

Un abrazo

12:12 p. m.  

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