hacia el cisma
La exclusión de Gallardón de las listas electorales del Partido Popular supone algo más que una crisis en la derecha españole, abre las puertas a un cisma:
1-. Un cisma generacional, ya que el grupo que se creó en torno a Aznar para hacerse con el poder del PP en el 89, liquida el relevo generacional.
2-. Un cisma ideológico, ya ese sector -neoconservador-, culmina la purga de opciones moderadas (Piqué, Gallardón...)
3-. Y un cisma con la sociedad, que veía en Gallardón el representante de una derecha más moderada y menos frentista.
Esta situación ha sido mal gestionada mediaticamente, pero tiene una lógica interna:
1-. Los movimientos de las tres partes involucradas, Aguirre, Gallardón y Aznar -por boca de Rajoy-, responden al mismo cálculo, al día después de las elecciones, es decir, de la derrota electoral. Todos dan por hecho que el Partido Popular perderá.
2-. Por lo tanto, lo que está en juego es la sucesión de Rajoy, o dicho de otro modo, quien controlará el PP durante los próximos años.
3-. Desde ese punto de vista parece más lógico pensar que el puesto de Gallardón es para Zaplana, que para Pizarro.
¿Cómo queda Rajoy?
1-. Heredó un PP con mayoría absoluta y perdió las elecciones, dirige a su formación a un nuevo fracaso.
2-. Los neocons que le rodean acelerarán la huída hacia delante, le exprimirán más.
3-. La sociedad, hoy más que ayer y menos que mañana, piensa que quien no puede liderar un partido no podrá presidir un país.
¿Cómo queda Aznar?
1-. Con todos los peones -Cañete, Pualte...- y los caballos bien colocados -Acebes y Zaplana.-
2-. Con la reina -Ana Botella-, protegida tras los alfiles -Rajoy y Aguirre-, y Gallardón acorralado.
3-. Con las torres mediáticas reforzadas, la exclusión de Gallardón de las listas, prende fuego a los puentes que PRISA estaba intentando tender con Génova.
¿Cómo queda Aguirre?
1-. Demasiado expuesta, en el centro del tablero, su órdago ya ha demostrado a los cuidadanos que ella prioriza su ambición personal sobre los intereses de sus electores.
2-. Con el PP de Madrid en un puño ante el Congreso extraordinario que parece avecinarse.
3-. Con capacidad de resonancia mediática estatal garantizda.
¿Cómo queda Gallardón?
1-. Sin opciones de liderar al PP hasta dentro de 5 años. Ser diputado es una condición imprescindible.
2-. En su papel favorito, el de víctima.
3-. Completamente libre de toda culpa si la ebacle electoral adquiere dimensiones históricas, cosa poco probable.
Escrito mientras escucha "trouble sleeping" de Corinne Bailey
1-. Un cisma generacional, ya que el grupo que se creó en torno a Aznar para hacerse con el poder del PP en el 89, liquida el relevo generacional.
2-. Un cisma ideológico, ya ese sector -neoconservador-, culmina la purga de opciones moderadas (Piqué, Gallardón...)
3-. Y un cisma con la sociedad, que veía en Gallardón el representante de una derecha más moderada y menos frentista.
Esta situación ha sido mal gestionada mediaticamente, pero tiene una lógica interna:
1-. Los movimientos de las tres partes involucradas, Aguirre, Gallardón y Aznar -por boca de Rajoy-, responden al mismo cálculo, al día después de las elecciones, es decir, de la derrota electoral. Todos dan por hecho que el Partido Popular perderá.
2-. Por lo tanto, lo que está en juego es la sucesión de Rajoy, o dicho de otro modo, quien controlará el PP durante los próximos años.
3-. Desde ese punto de vista parece más lógico pensar que el puesto de Gallardón es para Zaplana, que para Pizarro.
¿Cómo queda Rajoy?
1-. Heredó un PP con mayoría absoluta y perdió las elecciones, dirige a su formación a un nuevo fracaso.
2-. Los neocons que le rodean acelerarán la huída hacia delante, le exprimirán más.
3-. La sociedad, hoy más que ayer y menos que mañana, piensa que quien no puede liderar un partido no podrá presidir un país.
¿Cómo queda Aznar?
1-. Con todos los peones -Cañete, Pualte...- y los caballos bien colocados -Acebes y Zaplana.-
2-. Con la reina -Ana Botella-, protegida tras los alfiles -Rajoy y Aguirre-, y Gallardón acorralado.
3-. Con las torres mediáticas reforzadas, la exclusión de Gallardón de las listas, prende fuego a los puentes que PRISA estaba intentando tender con Génova.
¿Cómo queda Aguirre?
1-. Demasiado expuesta, en el centro del tablero, su órdago ya ha demostrado a los cuidadanos que ella prioriza su ambición personal sobre los intereses de sus electores.
2-. Con el PP de Madrid en un puño ante el Congreso extraordinario que parece avecinarse.
3-. Con capacidad de resonancia mediática estatal garantizda.
¿Cómo queda Gallardón?
1-. Sin opciones de liderar al PP hasta dentro de 5 años. Ser diputado es una condición imprescindible.
2-. En su papel favorito, el de víctima.
3-. Completamente libre de toda culpa si la ebacle electoral adquiere dimensiones históricas, cosa poco probable.
Escrito mientras escucha "trouble sleeping" de Corinne Bailey
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home