05 noviembre 2008

una suma de historias

Recuerdo una vieja película en la que un periodista veterano le dice a un principante "muchacho, tus noticias de hoy servirán para empaquetar el pescado mañana". En este tiempo en el que hasta los recuerdos se hacen virtuales, en el que las fotografías ya no se arrugan, la victoria de Obama no es una noticia, es historia y suma de historias. Hoy millones de ciudadanas y ciudadanos norteamericanos han ido al kiosko pensando en guardar la portada de su periódico para las futuras generaciones. 

Ocurra lo que ocurra en el futuro, cada persona podrá contar su propio relato sobre la jornada electoral de ayer. De todo lo que pensé y sentí anoche, sé que me quedará lo que nunca ha ocurrido aquí: el discurso de McCain, el honor con el que aceptó la derrota, la elegancia con la que elogió a quien había sido su rival, y el patriotismo con el que se puso a disposición del próximo presidente de su país. Deseo, con todo mi corazón, poder decir algún día lo mismo de la derecha española.

No me cuesta reconocer que se me saltaron las lágrimas escuchando a Obama. He leído sus 190 discursos de esta campaña, medio millón de palabras. Y quiero escribir que las mejores de ellas no superan a las mejores de Zapatero. Lo digo hoy que mi esperanza en el próximo Presidente de los Estados Unidos permanece intacta, tan intacta como mantengo mi confianza en el Presidente del Gobierno de España.

Y ahora, para lo que queda del día, sonreir, sonreir también a quienes sólo saben señalar las dificultades. Sonreir y caminar. Avanzar serenamente. Progresar.

Imagen del post "The pursuit of happyness"
Escrito mientras escuchaba "Bitter sweet symphony", de los The verve

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