13 mayo 2009

el discurso automático

Judith me trajo hace unos días "Une rencontre", el último libro de Kundera sobre el que postearé próximamente. En la página 116, el escritor menciona la escritura automática, las palabras automáticas... buen tema para hoy.

El discurso de Rajoy de ayer fue un discurso automático, desconectado del tiempo, de la difícil situación en que nos ha metido la ideología neocon, desconectado de la desazón de la gente. Un discurso automático, ajeno a España, a lo que nuestro país es y a lo que nuestro país necesita. Un discurso desconectado de la gente que se esfuerza, de la vida, de la realidad.

En algún momento, Rajoy debió enrocarse. No sé cuando. Acomodado en la oposición, ha ido erosionando su autoexigencia, hasta desarrollar agorafobia, desgana de quitar los pies sobre la mesa y pérdida de músculo. ¿Cuánto tiempo dedicó a escribir su discurso? Lo que se tarda en copiar y pegar lo de otros años. La misma intransigencia, igual la soberbia. Cero ideas cero. Y el salpicón de insultos de costumbre.

Sucede que la gente no se acostumbra, que la coherencia es valiosa cuando uno persiste en la dirección correcta y que en dos elecciones la ciudadanía ya le ha dicho que por ahí se equivoca. Pero sigue. Es lo más fácil. Trabajar, emprender un proyecto, construir un modelo que le capacite para debatir sobre el modelo del adversario es demasiado esfuerzo. Aunque sea su obligación, es demasiado curro. Qué pereza!

Escrito mientras escuchaba "Wake up" de Arcade Fire