12 septiembre 2009

Esencia

La dosificación también puede consistir en dejar el agua de colonia y recurrir al perfume. Ese es el tipo de lujos que puede permitirse el Real Madrid. Bastaron tres gotas para derrotar cómodamente a un Español, que inició el encuentro sobremotivado y que acabó tan falto de convicción como de oxígeno.

La ausencia de problemas en la zaga durante el encuentro invita a buscar los indicios en las otras líneas madridistas. En la delantera, crece mi sensación -que ya tuve durante la pretemporada- de que Benzema e Higuaín no conseguirán mezclar, quizá sea porque los dos pertenecen a esa especie de delanteros que crecen cuando su equipo cuenta con una referencia fija en el área. Respecto al centro del campo, cuatro confirmaciones: Xabi Alonso se asienta congugando el liderazgo silencioso, Guti acrecienta el enigma -tanto talento, tan poca capacidad de preserverar-, Granero crece y se crece, y el 8... El 8 impide parpadear al espectador, si lo haces puedes pagarlo viendo que suya es la primera camiseta que el goleador blanco corre a abrazar. Otras dos asistencias.

Una mención aparte para Cristiano Ronaldo. Salió a jugar durante los últimos 30 minutos, y empleó lo que se echó en falta en su equipo durante la primera hora: voluntad de dominio. Es el tipo de jugador que compite sobre si mismo. Su gran gol está a la altura de lo que se esperaba. Y él, lo sabe. Habrá más.


Imagen del post, detalle de Granero dedicando su gol a Jarque.
Posteado mientras escuchaba "I know" de Placebo

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