18 septiembre 2009

Eudora Welty, "La hija del optimista"

Cuando inesperadamente me llegó el libro "La hija del optimista", supe que me gustaría. En realidad lo supe por el nombre de su autora. "Eudora Welty", susurre y me sentí cautivo. 17 cigarros hasta que interrumpí la lectura y me acerqué a la ventana pensando en que sólo una mujer podría escribir una novela como esa. No hay hombre capaz de escribir sobre el silencio así, de atrapar lo profundo desde lo liviano de esa manera, de centrar todo el foco en un tacón manchado con barro de cementerio, como lo hace Eudora.

En "La hija del optimista" -Editorial Impedimenta- toman la voz los personajes secundarios, las mujeres. Y con ellas se trasluce la pérdida que deja tras de sí la historia de la literatura, tan monopolizada por relatos de hombres. Claro que también adquiere más brillo la posibilidad, la necesidad, de llevar a cabo nuevas formas de escritura. El estímulo es para todas y para todos. Para que escribais vosotras. Para que escribamos nosotros. Para la libertad.

Aquí una joya: "el misterio no radica en lo poco que conocemos a quienes nos rodean, sino en lo mucho que los conocemos realmente". Toma aire.

Aquí otra -que no es textual porque no logro encontrar la página ahora- "a veces rezo para que las personas no se reconozcan en las conversaciones de los demás". Telita.


Imagen del post "Revoluciones por minuto"
Posteado mientras escuchaba "I put spell on you" de Nina Simone

Etiquetas: