31 mayo 2012

Ideología

Extractos de un artículo que publica hoy The Guardian. Título: "El futuro económico europeo ha sido secuestrado por ideólogos peligrosos":

"... La causa primara de la crisis y su prolongación es la agenda política de las autoridades europeas – llevada por el BCE y la Comisión Europea. Estas autoridades (que, si incluimos al FMI constituyen la “troika” que formula la política económica en la eurozona) quieren obligar cambios políticos, sobre todo en las economías más débiles que los pueblos en esos países nunca votarían en tiempos normales. 

 Esto es cada vez más obvio en España, donde el gobierno – dirigido por el Partido Popular – comparte la agenda política de las autoridades europeas, tal vez incluso más que el FMI. El gobierno del PP ha sacado ventaja de la crisis para imponer cambios en la reforma laboral que hacen que sea más fácil para las empresas eludir los acuerdos colectivos de negociación. También han quitado los derechos que los trabajadores tenían para cuestionar despidos injustos. El objetivo es debilitar la mano de obra como parte de una estrategia a largo plazo para desmantelar el estado del bienestar: estos cambios no tienen nada que ver con resolver la crisis actual o incluso reducir el déficit presupuestario. 

 El gobierno ha puesto en marcha también gigantescos recortes en el gasto sanitario, unos €7.000 millones. Esto se compara con reducir de un 25% el gasto de Medicaid en los EEUU., algo que sería un desastre para la gente con menos recursos además de ser políticamente imposible. También recortarán otros 3.000 millonesde Euros en educación. 

 Por supuesto, la reducción del déficit está agudizando la recesión actual en España – el gobierno español ha estimado que los recortes presupuestarios de este año reducirán el PIB de un 2.6%. En un país que tiene un 25% de desempleo y más de la mitad de sus jóvenes en paro, esto echará a centenares de miles de personas de su puesto de trabajo. Los mercados financieros sí que tienen una responsabilidad en este desaguisado y están aumento los costes de los préstamos españoles mientras los inversores y los especuladores venden (o mal-venden) los bonos españoles. El rendimiento a diez años de los bonos ha alcanzado un 6.69%. Pero incluso estos tipos no suponen una crisis inmediata y los mercados están ampliamente exagerando los riesgos de una suspensión de pagos española. España tiene que refinanciar unos €85.000 millones de su deuda este año e incluso si tuviera que pedir prestado todo eso a los tipos actuales o más altos – que es extremadamente improbable – no afectaría mucho la sostenibilidad de la deuda total de España o el servicio de la deuda. La previsión del pagos de los intereses de la deuda de España para este año siguen en un 2.4% del PIB, lo que es bastante moderado. Mucho más importante, el BCE podría intervenir fácilmente en el mercado de los bonos españoles y hacer bajar los tipos, como hizo en noviembre y en otros momentos el año pasado. Esto no representaría coste alguno para los contribuyentes europeos y requeriría relativamente poca intervención, puesto que los inversores y especuladores privados responderían inmediatamente comprando bonos españoles mientras el precio empezara a subir y el rendimiento cayera. 

El BCE no lo hará porque está utilizando la crisis para forzar “reformas” de derechas por toda la eurozona, no sólo en Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia – pero también en los países más ricos, que se comprometieron en diciembre a equilibrar sus presupuestos, cosa políticamente imposible en los Estados Unidos. 

 Mientras tanto, la administración de Obama ha enviado otra vez a su vicesecretaria del Tesoro, Lael Brainard, a Europa. Después de abroncar a Grecia, intentará convencer a las autoridades europeas a que por lo menos bajen el riesgo de una crisis financiera más seria. La crisis en Europa, con el mayor sistema bancario del mundo, ha estado irritando los mercados financieros y una vez más amenazan con hacer descarrilar la relección de Obama. Tristemente, en este momento la administración Obama tiene probablemente más influencia en la política económica de la eurozona de centenares de millones de electores europeos cuyo futuro económico ha sido secuestrado por ideólogos peligrosos. Esto dice mucho de lo que la estructura de la eurozona y la gente que la lidera, han hecho a lo que antaño era un grupo de países relativamente democráticos con ingresos en alza".