16 septiembre 2012

The honor code / Kwame Anthony Appiah



Hay tipos como Kwame Anthony Appiah que van y dan con la fórmula secreta. Gente que alcanza la combinación justa de suerte y determinación, y pueden dedicar gran parte de su vida al estudio de lo que les apasiona, y además volcarlo en un libro, y encima con forma amena y fondo didáctico. Ole.

"The honor code" es un libro que bien merece una lectura.

"El honor, cuando es liberado de prejuicios como el género y la casta, es útil para llevar los sentimientos privados a las normas públicas. Su capacidad para enlazar lo privado y lo público es determinante para conducir las convicciones individuales hacia asociaciones entre personas. Todo lo que, como argumentan historiadores y sociólogos, es determinante para que los movimientos de transformación social alcancen sus metas. Esa es una de las razones por las que los seres humanos necesitamos el honor: puede ayudarnos a mejorar el mundo".

Claro, es verdad que el honor puede cumplir también una función segregadora o cohercitiva. Y así lo demuestra el autor al analizar algunos casos históricos: los duelos entre caballeros británicos, la "tradición" china de atar los pies femeninos para que no creciesen, la esclavitud norteamericana, o la situación actual de las mujeres en Pakistán...

Pero lo más valioso de estas páginas está en el código, porque al descifrarlo, al señalar constantes y patrones, muestra también los puntos claves para su demolición.

"Si te adhieres a un código de honor, tendrás que respetarlo ante quienes lo mantienen y también ante quienes lo desdeñan.

De forma que si lo haces te sentirás autorespetado, y si no lo haces te acabarás sintiendo autodespreciado, culpable [...]

Lo que deberías sentir si respetas el código es complejo, no es directo: el orgullo es lo opuesto de la culpabilidad, pero en muchos códigos, la modestia es un requisito para ser honorable".

Denuncia de la soberbia, rechazo de la doble moral, reivindicación de la verdadera dignidad ... primeras líneas de un código frente a otro código: el virus.


09 septiembre 2012

Mansfield Park / Jane Austen


Puede que esta sea la novela más contundente de Jane Auten, la de mayores recovecos. En mi opinión, también la más violenta. Una violencia distinta a la que estamos acostumbrados, menos ruidosa y nada sangrienta, pero retorcida.

La violencia siempre ha estado entre nosotros, anidada en muchas formas. Y buena parte de lo mejor de nuestro recorrido está en la lucha de nuestra inteligencia frente a la barbarie. No sé si en este periodo, en el que lo “gore“ predomina, estamos perdiendo sensibilidad para poder detectar las variaciones, los matices, las sutilezas de la brutalidad.

Uno ve lo que lo que ocurre dentro y fuera de los personajes de esta novela, lee lo que se dicen o se escriben, y tiene la seguridad de que el agua ni se altera dentro de las finas copas. Sin embargo, en esas páginas puede sentirse el peso de una sombra cruel e inconcebible. Cruzando el aire va hacia las tripas de aquella gente. Aquí una prueba, una huella:

“Todo eso me convenció, muy dolorosamente, de que nunca la había comprendido hasta entonces, había sido la mujer creada por mi imaginación, no en ella, en quien yo había sido capaz de soñar durante todo aquel tiempo. Le dije que, acaso fuera mejor así.

Así había menos razones para lamentar el sacrificio de una amistad, unos sentimientos, unas ilusiones que, de todos modos, hubiera tenido que arrancar de mi alma.

 Y que, a pesar de ello, debía y quería confesarle que de haber podido devolverla al lugar que siempre había ocupado en mi imaginación, lo hubiese preferido. Incluso con el consiguiente aumento de mi dolor por la separación, porque así me habría quedado con el derecho a una ternura y un sentir por ella”.


 

03 septiembre 2012

Cat power / sun


Hoy sale a la venta "Sun", el disco de Cat power. Una barbaridad. La misma intensidad de antes, pero con una luz radiante de principio a fin. Igual de vital, más vitalista. Voy a escuchar estas canciones durante años, estoy seguro.

Me dan ganas de encontrar el modo de pasar esto a cinta de cassette, de terminar una canción y ponerla a rebobinar mientras sigue sonando en la cabeza.

Oyendo "Ruin" al máximo, empecé a correr por el pasillo y dar saltos en la cama.

Temazos todos.

Repeat. Repeat. Repeat.