02 enero 2013

anónimo


En alguno de los próximos posts mencionaré un libro que me ha gustado. Por el momento quiero incluir una de las citas que contiene –un artículo de William Deresiewicz- que puede ayudarnos a pensar sobre la progresiva disolución de la intimidad. El texto lleva un título fantástico: el final de la soledad.

“La cámara creo la cultura de la celebridad; el ordenador la cultura de la conectividad. Y según van convergiendo estas dos tecnologías –el relevo del texto por la imagen en la web, y el crecimiento de las redes sociales- se amplifica su impulso compartido. La celebridad y la conectividad son dos caminos para darse a conocer […]

Estar conectado, ser reconocido: ser visible. Si no ante una audiencia de millones de personas –como pasa con los realities-, que sea por una decenas en twitter o en facebook. Eso es lo que nos valida, así es como nos hacemos reales ante nosotros mismos, siendo vistos por los demás. El gran terror de nuestro tiempo es la anonimidad […]

El principio de sinceridad que artículo el romanticismo, el principio de autenticad que vertebró el modernismo; está siendo sustituido en la era postmoderna por el principio de la visibildiad”.