boicot del PP a PRISA: follow the money
No quiero entrar a analizar el boicot del Partido Popular a PRISA desde los valores. Renuncio a ese debate. No lo hago porque crea que el desfase entre la manera de ver el mundo de los demócratas y la derecha extrema de este país es demasiado grande. No es que abandone la búsqueda de puentes para el consenso, todo lo contrario, tengo una esperanza demencial.
Lo que ocurre es que no creo que Rajoy haya tomado esa decisión a partir de criterios morales. Es más, ni siquiera tengo muy claro que Mariano Rajoy haya sido quien diese la orden.
Yo también creo que este boicot, a unas semanas de las elecciones autonómicas y municipales, es un error político descomunal que dañará al Partido Popular. Pero para desentrañar qué es lo que ha ocurrido, quizá sea más interesante prestar menos atención a los perjudicados y centrar el foco en los beneficiados. Fue Cicerón quien lo dijo: “si quieres averiguar quien es el culpable, averigua quien se ha beneficiado”.
Con este boicot no gana ni a PRISA, ni el Partido Popular. Tampoco la derecha social o la derecha económica. Esta decisión sólo hace feliz a la derecha mediática, mejor dicho, a la derecha extrema mediática.
Sería un ejercicio de inocencia achacar la crispación únicamente al Partido Popular. Cuando se tensa la cuerda, cuando la verdad se tiñe de amarillo, crecen las audiencias, aumenta la venta de periódicos. Así llevamos tres años. Ahora Rajoy no puede bajarse del tren en marcha, ya no le queda nada. Mientras tanto, en la locomotora, alguien grita: “más madera, es la guerra”.
Lo que ocurre es que no creo que Rajoy haya tomado esa decisión a partir de criterios morales. Es más, ni siquiera tengo muy claro que Mariano Rajoy haya sido quien diese la orden.
Yo también creo que este boicot, a unas semanas de las elecciones autonómicas y municipales, es un error político descomunal que dañará al Partido Popular. Pero para desentrañar qué es lo que ha ocurrido, quizá sea más interesante prestar menos atención a los perjudicados y centrar el foco en los beneficiados. Fue Cicerón quien lo dijo: “si quieres averiguar quien es el culpable, averigua quien se ha beneficiado”.
Con este boicot no gana ni a PRISA, ni el Partido Popular. Tampoco la derecha social o la derecha económica. Esta decisión sólo hace feliz a la derecha mediática, mejor dicho, a la derecha extrema mediática.
Sería un ejercicio de inocencia achacar la crispación únicamente al Partido Popular. Cuando se tensa la cuerda, cuando la verdad se tiñe de amarillo, crecen las audiencias, aumenta la venta de periódicos. Así llevamos tres años. Ahora Rajoy no puede bajarse del tren en marcha, ya no le queda nada. Mientras tanto, en la locomotora, alguien grita: “más madera, es la guerra”.
Etiquetas: españa, periodismo, politica, pp
<< Home