contra la impunidad
A continuación, el texto que escribió y leyó Olga Rodríguez en la manifestación del 17M:
"Esta no es la única manifestación que se celebra hoy contra la ocupación de Iraq. En este instante, en varias ciudades europeas y en la capital estadounidense miles y miles de personas se están congregando para expresar su oposición a la guerra. La protesta en Washington va a realizar el mismo recorrido que tuvo otra manifestación, hace cuarenta años, contra la guerra de Vietnam. La circularidad de la historia está ahí: Se repiten las actuaciones impunes de unos, la falta de empatía ante el horror. Se repiten las madres huérfanas de hijos, la locura sorda colectiva de pueblos que no son escuchados y que padecen la barbarie legitimada por algunos gobiernos occidentales. Se repite también, afortunadamente, la indignación de ciudadanos comprometidos contra la impunidad.
Las tropas españolas ya no están en Iraq. Pero eso no significa que nuestra sociedad no tenga la obligación moral de seguir pidiendo libertad para el pueblo iraquí. Como ciudadanos y ciudadanas exigimos el cumplimiento de las leyes internacionales, de la Convención de Ginebra, el fin de los secuestros y torturas, el fin de la impunidad de los ejércitos, sean de donde sean, …. Porque solo así podremos creer de verdad en el estado de derecho. Yo era amiga de José Couso y estaba junto a él en Bagdad cuando fue asesinado. Su familia y amigos seguimos pidiendo que se juzgue a quienes le mataron. Nosotros disponemos de ese privilegio. Este próximo ocho de abril, cuarto aniversario de su muerte, nos volveremos a concentrar frente a la embajada americana, con un nuevo paso en el proceso: La tramitación de la busca y captura de los presuntos asesinos. En Iraq hay cientos y cientos de miles de personas que han perdido seres queridos y que no pueden demandar a nadie, porque aquello es el caos, porque no disponen ni de agua corriente, ni de luz eléctrica, ni de instituciones cercanas dispuestas a escucharles.
Me comunico a menudo con amigas iraquíes. Algunas, antes de la ocupación eran profesoras, médicas, ingenieras. Ahora no tienen trabajo. Sufren una reclusión forzada. Si salen a la calle lo tienen que hacer acompañadas y siempre siempre cubiertas por la abaya. Escuchad estas líneas escritas por una mujer iraquí:
“He perdido todas mis referencias, todas mis señas de identidad. Me siento perdida y estoy cansada de sentirme así. Creo que ya nunca podré volver a ser normal. Estoy cansada de ver violencia, locura, brutalidad, de ver cuerpos destrozados desangrándose, de ver cadáveres en las calles, de saber de mujeres violadas. Quiero que mi familia, mis seres queridos, mis amigos, tengan de nuevo una vida. Quiero poder ir a bailar, tener trabajo, caminar, no tener que preocuparme por las bombas y las balas. He perdido todas mis referencias.”
Hoy estamos aquí en Madrid tres mujeres que representamos a tres generaciones: Y que pedimos, con vosotros, que se escuche a Iraq. A las mujeres y hombres de Iraq. Que escuchemos al pueblo iraquí. Que decimos no a la impunidad, no a Guantánamo, no a la ocupación de Iraq".
Las tropas españolas ya no están en Iraq. Pero eso no significa que nuestra sociedad no tenga la obligación moral de seguir pidiendo libertad para el pueblo iraquí. Como ciudadanos y ciudadanas exigimos el cumplimiento de las leyes internacionales, de la Convención de Ginebra, el fin de los secuestros y torturas, el fin de la impunidad de los ejércitos, sean de donde sean, …. Porque solo así podremos creer de verdad en el estado de derecho. Yo era amiga de José Couso y estaba junto a él en Bagdad cuando fue asesinado. Su familia y amigos seguimos pidiendo que se juzgue a quienes le mataron. Nosotros disponemos de ese privilegio. Este próximo ocho de abril, cuarto aniversario de su muerte, nos volveremos a concentrar frente a la embajada americana, con un nuevo paso en el proceso: La tramitación de la busca y captura de los presuntos asesinos. En Iraq hay cientos y cientos de miles de personas que han perdido seres queridos y que no pueden demandar a nadie, porque aquello es el caos, porque no disponen ni de agua corriente, ni de luz eléctrica, ni de instituciones cercanas dispuestas a escucharles.
Me comunico a menudo con amigas iraquíes. Algunas, antes de la ocupación eran profesoras, médicas, ingenieras. Ahora no tienen trabajo. Sufren una reclusión forzada. Si salen a la calle lo tienen que hacer acompañadas y siempre siempre cubiertas por la abaya. Escuchad estas líneas escritas por una mujer iraquí:
“He perdido todas mis referencias, todas mis señas de identidad. Me siento perdida y estoy cansada de sentirme así. Creo que ya nunca podré volver a ser normal. Estoy cansada de ver violencia, locura, brutalidad, de ver cuerpos destrozados desangrándose, de ver cadáveres en las calles, de saber de mujeres violadas. Quiero que mi familia, mis seres queridos, mis amigos, tengan de nuevo una vida. Quiero poder ir a bailar, tener trabajo, caminar, no tener que preocuparme por las bombas y las balas. He perdido todas mis referencias.”
Hoy estamos aquí en Madrid tres mujeres que representamos a tres generaciones: Y que pedimos, con vosotros, que se escuche a Iraq. A las mujeres y hombres de Iraq. Que escuchemos al pueblo iraquí. Que decimos no a la impunidad, no a Guantánamo, no a la ocupación de Iraq".
Etiquetas: españa, internacional, politica
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