sin incógnita por despejar
A lo largo de estos últimos días, he podido escuchar algunas opiniones de los dirigentes de la derecha española sobre la atenuación de la condena del terrorista de Juana Chaos. También he visto banderas preconstitucionales, así como el ataque a una agrupación del Partido Socialista en Alcalá de Henares. Y a pesar de todo, quiero pensar que lo peor no era lo que no he visto y no he escuchado, lo que callaban.
No seré yo quien le vaya a desear a De Juana nada bueno. Para mí también es un asesino, no necesito decir nada más. Pero tampoco seré yo quien vaya a desear su muerte. Si de mi hubiese dependido, habría optado por la ley, habría hecho exactamente lo mismo que ha hecho José Luís Rodríguez Zapatero. Y quiero pensar que cualquier ciudadano de este país habría tomado esa amarga decisión.
Las razones de mi esperanza no son infundadas. Todos los Gobiernos de la historia de nuestra democracia han hecho lo mismo en casos parecidos. Sin incógnita por despejar, sin averiguar qué habrían hecho los señores de la furia de cada día. Quiero pensar que todos ellos mienten, utilizando el terrorismo con fines partidistas y que, afortunadamente, aquí no hay nadie que no crea ni en la Ley, ni en los Derechos Humanos. Quiero pensar que todas y todos somos demócratas.
No seré yo quien le vaya a desear a De Juana nada bueno. Para mí también es un asesino, no necesito decir nada más. Pero tampoco seré yo quien vaya a desear su muerte. Si de mi hubiese dependido, habría optado por la ley, habría hecho exactamente lo mismo que ha hecho José Luís Rodríguez Zapatero. Y quiero pensar que cualquier ciudadano de este país habría tomado esa amarga decisión.
Las razones de mi esperanza no son infundadas. Todos los Gobiernos de la historia de nuestra democracia han hecho lo mismo en casos parecidos. Sin incógnita por despejar, sin averiguar qué habrían hecho los señores de la furia de cada día. Quiero pensar que todos ellos mienten, utilizando el terrorismo con fines partidistas y que, afortunadamente, aquí no hay nadie que no crea ni en la Ley, ni en los Derechos Humanos. Quiero pensar que todas y todos somos demócratas.
<< Home