18 marzo 2007

nos duele haber tenido tanta razón


Texto escrito y leido por Rosa Regás en la manifestación del 17M:

"Esta es una manifestación convocada contra la guerra en todo el mundo. Madrid no podía faltar a ella.Hace cuatro años, cuando ignorando el clamor de cientos de miles de ciudadanos de todo el mundo, el siniestro trío de las Azores inició una guerra injusta, cruel e ilegal contra Irak, basándose, sin ningún rubor, en la tenencia por parte de Irak de armas de destrucción masiva. Sabían que no las había porque habían oído los testimonios de los expertos de las Naciones Unidas. Sin embargo intentaron –y en parte lo consiguieron- convencer al mundo de que era su deber invadir y destruir Irak para salvarnos, a nosotros los occidentales, de la destrucción y de la muerte.

Cuando los ciudadanos de este país y de muchos otros salimos una y otra vez a la calle para mostrar nuestro rechazo a la guerra, teníamos conciencia de que la destrucción y la muerte serían precisamente lo que conseguiría la intervención, pero no de los occidentales sino precisamente de los iraquíes. Lo que no sabíamos es que además de la destrucción y la muerte, la guerra sería inacabable como lo demuestra este cuarto aniversario, ni que se desestructuraría la sociedad entera, se destruirían todos los signos de identidad de un pueblo y de su cultura como museos, bibliotecas, universidades y escuelas, se encarcelaría sin juicio y sin respetar sus derechos civiles y políticos a cientos de miles de ciudadanos iraquíes cuyo único delito es la lucha contra el invasor, se los torturaría, escarnecería y humillaría. Tampoco sabíamos que los escuadrones de la muerte tendrían carta blanca para asesinar a decenas de catedráticos, profesores, bibliotecarios y libreros, que los soldados de la llamada coalición gozarían del privilegio de encarcelar y torturar que siguen utilizando hoy, ni que se crearía una situación tan insegura y peligrosa que obligaría a más de dos millones de ciudadanos a elegir el camino del exilio. Menos aún sabíamos que se exacerbaría la lucha entre comunidades para esgrimir el pretexto de una guerra civil alimentada por el invasor y justificar con ello la violencia de las tropas de la coalición y su permanencia en el territorio. Nadie podía imaginar tampoco que morirían varios centenares de miles de ciudadanos ni que los Estados Unidos encontrarían en Irak el segundo gran fracaso de toda su historia.

Todos los invasores que en el mundo han sido, saben que destruyendo los signos de identidad de un pueblo se trabaja por su desaparición. Y si además, como hacen ahora, asisten impávidos cuando no colaboran con los asesinatos de quienes pueden transmitir esos signos, es decir, su cultura, aceleran a pasos agigantados la desaparición de la identidad del pueblo, del pueblo mismo como comunidad, como nación. Para esta guerra injusta, cruel e ilegal no hay justificación posible. Como no la hay viendo el dolor y la destrucción que se ha inflingido a un pueblo que ya llevaba muchos años de sufrimiento político y económico. Contra esta guerra seguimos estando como lo estábamos cuando se inició. Y aunque nos duele haber tenido tanta razón, queremos recordar a quienes contra toda evidencia afirman que la guerra de Irak pertenece al pasado, que nuestras acciones no son contra una guerra que ya tuvo lugar, sino contra una guerra que sigue más viva que nunca por más que quieran engañarnos con sus noticias manipuladas.¿Quien queda en el mundo que no se dé cuenta de la injusticia que se está cometiendo con este país, que se traduce en más violencia, no sólo en el campo de batalla sino en las aldeas y ciudades?¿Quién queda que no entienda que fuimos blanco de la brutalidad del terrorismo como lo fueron todos los países que un día estuvieron oficialmente a favor de esta guerra?Estamos en contra de todos los terrorismos, y también del terrorismo de Estado, y compartimos con todas las víctimas del terrorismo nuestra solidaridad y nuestro dolo.Y si hoy cito a José Couso lo hago porque es quien más está relacionado con el inicio de la guerra de Irak y porque creo que en nuestro imaginario las representa a todas en nuestro corazón y en nuestro recuerdo, sea quien sea que las haya asesinado.Y aunque hemos asistido con profundo alivio a la retirada de las fuerzas españolas de Irak, seguiremos exigiendo la de las fuerzas de la coalición del territorio iraquí no sólo por una cuestión de justicia y de solidaridad sino porque además nos anima el deseo de vivir en paz con una parte del mundo cuya cultura ha sido y es tantas veces menospreciada en aras de una superioridad moral de occidente que esta guerra anula si que alguna vez hemos tenido ingenuidad o la mala fe de creer que tal superioridad realmente existió".

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