03 mayo 2007

Ségolène versus sarkozy: un debate de ideas


Anoche pudieron ver los franceses el debate que Rajoy no quiso que viésemos los españoles en las elecciones generales de 2004. La pregunta de hoy no es, en mi opinión, quién ganó ese debate sino cuál de las dos opciones tiene, según los ciudadanos, más potencial para sacar a Francia del largo periodo de crisis social, política y económica en el que está inmersa. Lo que está en juego no es la competición entre dos personas (bien formadas, bien preparadas para la intervención de ayer en televisión), sino la elección entre dos formas de concebir y hacer política.

Sarkozy mantuvo su discurso de unidad nacional, puso el acento en la gestión y trató de ofrecer una imagen personal más moderada. Pero forma parte todavía del Gobierno de ese país, de la Francia que está más desunida y peor gestionada que nunca. Creo que puede ser contraproducente adoptar una pose paternalista cuando no se es capaz de ser un buen padre.

Ségolène centró sus mensajes en los valores democráticos, en la necesidad de reformar y fortalecer la República. La candidata adoptó una actitud más agresiva de lo esperado, llegando a ser verdaderamente dura en los temas de los que salió victoriosa: seguridad, cambio climático, sanidad, lucha contra la desigualdad y educación. Pero le faltó valentía para defender su modelo en tres políticas concretas: internacional, laboral e inmigración.

Habrá quien piense que la gráfica de arriba puede influir en el futuro de Francia. De ser así Sarkozy saldría derrotado. Sólo espero que el proyecto que encabeza Ségolène reciba el respaldo de la mayoría ciudadana. Creo que es lo mejor para Francia y para Europa.
Gráfica publicada hoy por el diario conservador: "Le figaro"

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