El profesor del deseo
"Me encanta enseñar literatura. Pocas veces me siento tan feliz y contento como cuando estoy aquí con mis páginas de anotaciones y mis textos llenos de marcas y con personas como ustedes. En mi opinión no hay nada que pueda compararse con un aula. A veces, en mitad de un intercambio verbal -digamos, por ejemplo, cuando uno de Ustedes acaba de penetrar, con una sola frase, hasta lo más profundo de un libro-, me viene el impulso de exclamar: "¡graben esto a fuego en sus memorias!". Porque una vez que salgan de aquí, raro será que alguien les hable o los escuche del modo en que ahora se hablan y se escuchan entre ustedes, incluyéndome a mí, en esta habitación luminosa y yerma. Ni es tampoco muy probable que encuentren fácilmente en algún otro sitio la oportunidad de expresarse sin vergüenza sobre lo que más importaba a hombres tan en buena sintonía con la lucha por la vida Tolstoi, Mann y Flaubert. Dudo que se hagan ustedes una idea de hasta que punto resulta emocionante oírles hablar, muy en serio y muy sensatamente, sobre la soledad, la enfermedad, la añoranza, el quebranto, el sufrimiento, el desengaño, la esperanza, la pasión el amor, el terror, la corrupción, las calamidades y la muerte... Y es emocionante porque tienen ustedes diecinueve o veinte años, proceden en su mayor parte de confortables hogares de clase media y aún no guardan en sus carpetas muchas experiencias de las que provocan debilidad; pero también porque, sorprendentemente, lamentablemente, esta puede ser la última oportunidad que tengan de reflejar de un modo continuado y serio las fuerzas implacables a que pasado el tiempo habrán de enfrentarse, quiéranlo o no".
Palabras de Philip Roth en "El profesor del deseo".
Escrito mientras escuchaba "River Man" de Nick Drake
Palabras de Philip Roth en "El profesor del deseo".
Escrito mientras escuchaba "River Man" de Nick Drake
Etiquetas: arte, Philip Roth, vida
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