12 abril 2008

Madrid, es lo que tiene

Camino del Thyssen para ver la exposición de Modigliani, con ganas de ver los retratos, los prodigiosos desnudos ... y encontrarse con lo mejor del día en un balcón, un mirador frente a otro edificio del ejército, en la calle Prim esta mujer que trata de cubrir su cuerpo, que acaba de descubrirse escultura y espiada, espiada o escultura, o quizá no, quizá le llamó a su piel de piedra el calor de una luz que ya regresa y reconforta, y pidió quedarse así, allí, al menos, hasta que llegue el invierno.

Escrito mientras escuchaba "Lucky one" de Au revoir Simone.

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