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Garantizar la protección a todas las ciudadanas y ciudadanos, empezando por quienes más lo necesitan como está haciendo el Gobierno, especialmente en estos tiempos de crisis, es una buena razón para sentirse orgullosas y orgullosos de vivir en España.

No todos los países pueden decir lo mismo. No en todas las naciones se han aprovechado las posibilidades de la fase expansiva económica como aquí. Aquí se reforzó el bienestar. Aquí se supo ahorrar para cuando llegase esta etapa.

Hace unos días, 18 ONG británicas publicaron un informe en el que se señala que miles de personas especialmente vulnerables -dependientes, enfermos y mayores- están viéndose obligadas a elegir entre comida y prestaciones sociales básicas .

Así lo subrayó recientemente Sue Bott, Directora del Centro Nacional para una Vida Independiente y Presidenta de la coalición de ONG mencionada: “La escalofriante realidad es que la gente que necesita apoyo está viéndose obligada a elegir entre comer adecuadamente o utilizar servicios sociales vitales. El gobierno tiene que llevar a cabo una revisión completa para entender el daño que el alza de los precios de las ayudas provoca en la vida de la gente”.

Durante los últimos nueve años, el precio del coste de esas prestaciones básicas se ha incrementado en un 273%, con la actual situación económica, son muchas y muchos los ciudadanos que directamente no pueden pagarlas, o que están comiendo menos de lo que deberían, cuando llegue el invierno tendrán que elegir entre recibir esas prestaciones, alimentarse o apagar la calefacción. Tus abuelos no tendrán que tomar esa decisión.

Fotograma de "Rojo", de Kieslowski

Escrito mientras escuchaba "One of these mornings", de Moby