28 septiembre 2008

el interruptor

En el post anterior señalé la primera similitud entre McCain y Rajoy (la negativa a los debates televisados), hoy toca la segunda semejanza entre la derecha norteamericana y la española: el gusto por el apocalipsis, la utilización del miedo como instrumento de dominación política.

A estas alturas, ni siquiera merece la pena recordar la larga serie de profecías del desastre del Partido Popular, simplemente están ahí, tan en las hemerotecas como en nuestra memoria. Lo mismo puede decirse de la derecha norteamericana, todo gira en torno al miedo, desde el 11S hasta nuestros días. Ayer las políticas neoconservadoras impulsaron la guerra y provocaron la crisis económica, hoy los políticos neoconservadores ven en esa crisis una oportunidad de oscurecer, de sacar del ángulo de visión público a la campaña electoral estadounidense.

Reconforta la victoria a los puntos de Obama en el debate televisado, una victoria que cobra más valor porque su oponente trató de torpedear el encuentro. Sin embargo, ni los debates televisados, ni todos los elementos clásicos de una campaña electoral, serán el único frente para Obama. Ya no sólo compite con McCain, sino también con Bush, que ha puesto en marcha la máquina del electroshock, la crisis es el interruptor.

En la obra de Naomi Klein "La doctrina del shock" pueden leerse unas palabras que, en mi opinión, sirven para comprender lo que está ocurriendo, ya que revelan la lógica de los neoconservadores dictada por Friedman para los tiempos de crisis: "en circunstancias normales , las decisiones económicas se toman en medio del tira y afloja de una serie de intereses contradictorios [...] Sin embargo si nos sacude una crisis económica de suficiente gravedad [...] todo lo demás queda a un lado, con lo que los dirigentes se hallan liberados para hacer lo que sea necesario (o lo que se considere como tal) en nombre de la reacción a una emergencia nacional. Las crisis son, en cierto sentido, zonas "ademocráticas", paréntesis en la actividad política habitual dentro de los que no parece ser necesario el consentimiento ni el consenso".

Tengo la sensación de que las probabilidades de Obama en este nuevo escenario, serán directamente proporcionales no sólo a su capacidad de no someterse, de no dejarse absorber por esa lógica ademocrática, sino también a su capacidad de ofrecerse a sus compatriotas como un ciudadano decidido a regenerar económica y políticamente a su país por medio del diálogo y el consenso, en definitiva, por medio de la democracia. Veremos.

Fotograma del post: "Alguien voló sobre el nido del cuco"
Escrito mientras escuchaba "Better way" de Ben Harper 

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